Aprendemos a relacionarnos con los demás a través de nuestro propio sistema familiar, por lo tanto cuando hemos vivido en un hogar que es muy tóxico en donde nos relacionamos a través del maltrato y las agresiones. Creemos firmemente que esa es la manera “normal” de relacionarse y terminamos estableciéndolo como hábito en nuestras relaciones, en donde creemos que el maltrato es lo natural.
En nuestras relaciones de pareja proyectamos lo que hemos aprendido de nuestro sistema y por ello cuando hemos vivido en un clima de maltrato o inclusive de abandono de nuestros padres. Nos relacionamos desde el miedo o la agresión. Cuando existe maltrato en pareja no es uno solo de los miembros de la pareja que se encuentra en esa dinámica, sino que son ambos. No hay víctima y perpetrador…sino dos personas que no saben cómo canalizar sus emociones y que ambas juegan a la violencia, ya sea pasiva o activamente.
Uno de los mayores errores es creer que es el otro el que tiene el problema y yo “como lo amo” me quedo. En estos casos es muy probable que la agresividad exista en mí de una manera pasiva, en donde reprimo toda mi rabia y mi frustración y el otro es un fiel espejo de mi propia violencia interna.
Normalmente en donde hay una persona agresiva hay un niño herido que está demandando atención y cuidado o bien unos padre introyectados que no me atrevo a soltar.
¿Qué se puede hacer en casos de agresividad en pareja?
- Hacer contacto con mi agresividad interna: preguntarme que hago con mi propia violencia… como la estoy canalizando y si me doy cuenta que la inhibo “por querer ser aceptado o amado”, ésta se va a mostrar con más intensidad en mi vida a través de otras personas, hasta que decida sanarlo.
- Expresar mi violencia interna creativamente: buscar maneras creativas que me ayuden a expresar mi violencia sin agredir a otros.
- Dejar de maltratarme a mí mismo: cuando decido quedarme en una relación de maltrato estoy dañando mi integridad y en la medida que más me quede… cada día será peor.
- Soltar la culpa: Dejar de castigarte exponiéndote al maltrato creyendo que lo mereces… nadie merece ser maltratado.
- Establecer una relación saludable contigo mismo: Buscar ayuda para aprender a valorarte, reconociendo tus dones y recobrando tu seguridad personal.
Jamás acalles tu voz interna,cuando dejas de ser tú mismo te pierdes en una relación de codependencia que te lleva al sufrimiento.
Si no lo haces por ti…hazlo por tus hijos porque en la medida que ellos vean que aceptas el maltrato aprenderán que es una manera saludable de relacionarse y buscaran a una persona que los maltrate más adelante.
Si quieres profundizar en tu dinámicas de agresividad y violencia puedes realizar una constelación familiar online (Pulsa para ver información) o bien puedes adquirir mi libro «Me doy permiso para vivir en pareja» en donde aprenderás a recuperar tu autoestima y a empoderarte de ti mismo.
Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: [email protected]
Skype: sercaminodeluz (Luz Rodríguez)
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